Falso y cobarde - Boletín #359

Tras el estreno de Parsifal en el Festival de Bayreuth de 1882, la familia Wagner decidió descansar unos meses en Venecia, encontrando acomodo en el Palazzo Vendramin-Calergi, junto al Gran Canal. Allí, el 3 de enero de 1883, recibió la visita del compositor Engelbert Humperdinck, donde coincidiría con Franz Liszt. El director Hermann Levi llegó a Venecia unos días después para hablar con el maestro sobre el Festival de 1883, y se fue el 12 de febrero, tras disfrutar con la familia Wagner del famoso carnaval veneciano. Ese mismo día, el pintor Paul von Joukowsky realizó un dibujo del compositor sentado mientas leía. Tras ello, Wagner se sentó al piano para tocar los últimos compases de El oro del Rin, aquellos en los que Loge recrimina a los dioses en el Walhalla, “Falso y cobarde es todo lo que aquí hoy se celebra”. Sería la última música que escucharía. Pocas horas después, en la madrugada del día 13, fallecería de un ataque al corazón. Sus restos fueron trasladados a Bayreuth en tren, donde recibió sepultura el jardín de la parte trasera de Wahnfried.