Nacido bajo la asistencia económica de Luis II, el Festival de Bayreuth ha contado siempre con la ayuda del patrocinio para su continuidad. Aunque desde hace ya varias décadas buena parte de su financiación proviene de las administraciones públicas alemana y bávara, a principios del siglo XXI el empresario Alberto Vilar decidió financiar una nueva producción de Tannhäuser a cargo de Philippe Arlaud y Christian Thielemann, estrenada en 2002. Vilar, norteamericano de origen cubano, y quizá el mayor mecenas de la historia de la Lírica, donó más de 150 millones de dólares a distintos teatros de ópera del mundo. La suerte le abandonó en 2010 ya que, quizá cegado por el resplandor de El Anillo, fue condenado a 9 años de cárcel por fraude.
Este es el boletín número 33 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 18 de agosto de 2017. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.