Jess Thomas fue un tenor norteamericano que cantó profesionalmente papeles líricos durante una década antes de afrontar los roles wagnerianos. Debutó en el Festival de Bayreuth en 1961 interpretando Parsifal, y después incorporó otros personajes como Lohengrin, Walther von Stolzing, Tannhäuser y Siegfried, en la ópera homónima y en el Ocaso, retirándose del Festspielhaus en 1976, tras el anillo del centenario de Boulez y Chereau. Su dedicación al Festival le hizo merecedor de la Medalla Wagner que la ciudad de Bayreuth le entregó en 1963. Fuera del templo wagneriano también cantaría Siegmund y un recordado Tristán al lado de Birgit Nilsson. En una entrevista de la época afirmó que cuando estudiaba los papeles para Bayreuth sentía que era “como pelar una cebolla: debajo de la primera capa hay otra y otra hasta llegar al centro. Y luego, el infinito”. Una acertada definición para alguien que, antes de consagrarse en el mundo de la ópera, había estudiado Psicología en la prestigiosa Universidad de Stanford.
Este es el boletín número 247 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 15 de octubre de 2021. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.