En 1889 el matrimonio Lekeu se convenció de que los deseos de su hijo Guillaume de convertirse en compositor no eran solo un capricho, así que finalmente aceptaron su futuro. Para demostrarle su apoyo, ese verano le regalaron un viaje por Alemania que le llevaría por Múnich, Frankfurt, Núremberg y, finalmente, Bayreuth. Allí pudo escuchar Tristán e Isolda (Mottl) y los Maestros (Richter). Al parecer, tras escuchar Tristán sufrió una exaltación del ánimo que terminó en desmayo, por lo que tuvieron que sacarle del teatro. Poco después visitó Wahnfried donde conoció a otros ilustres compatriotas suyos como Chausson, Chabrier o Vincent d'Indy. Lekeu podría haber sido uno de los grandes talentos de su generación, pero falleció con tan solo 24 años de tifus tras beber por error, cuan Todestrank, un vaso con agua contaminada, como le había sucedido a Chaikovski apenas tres meses antes.
Este es el boletín número 222 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 16 de abril de 2021. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.