En la nochebuena de 1837 nacía en Múnich Isabel Amelia Eugenia, que con el tiempo se convertiría en emperatriz de Austria y reina consorte de Hungría. Sisi, como se la conocía cariñosamente, era nieta de Maximiliano I de Baviera, bisabuelo de Luis II de Baviera, lo que le convertía en pariente lejano del mecenas de Wagner, con el que trabó una gran amistad. Isabel, gran aficionada a la música de Wagner, a quien llegó a ver dirigiendo, asistió al Festival de Bayreuth una única vez, en 1888. Fue para una producción de Parsifal, dirigida aquel año por Felix Mottl. Al finalizar, tuvo un encuentro con Cosima Wagner donde la emperatriz le mostró la admiración por su marido, fallecido cinco años antes. Quizá en ese momento hablaron también de una casualidad del destino que unía a ambas mujeres. Y es que en la misma nochebuena de 1837 en la que la princesa vino al mundo, y con pocas horas de diferencia, en la italiana ciudad de Bellagio, a los pies de los Alpes, había nacido Cosima.
Este es el boletín número 211 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 29 de enero de 2021. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.