En la navidad de 1861, Mathilde Wesendonck le devolvió a Wagner, por petición del compositor, uno de los regalos que éste le había hecho cuando eran más que amigos. Se trataba del primer boceto de Los Maestros Cantores. Su autor estaba absorto en la composición de su única ópera cómica de madurez, y quería refrescar sus ideas originales. No obstante, su concepción de la obra había evolucionado tanto en su cabeza que finalmente apenas utilizó el borrador. Años más tarde, en 1867, y seis meses antes de su estreno muniqués, Wagner obsequio como regalo de Navidad la partitura completa y definitiva de Los Maestros Cantores a su mecenas favorito, el rey Luis II de Baviera.
Este es el boletín número 206 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 25 de diciembre de 2020. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.