Dos visiones de Gurnemanz - Boletín #202

La relación de Hans Sotin con Giuseppe Sinopoli era estupenda. Ya había trabajado con él casi todos los veranos desde el debut del italiano en 1986: el Landgrave Herrmann, en Tannhäuser; Daland en El Holandés; y, por supuesto, Gurnemanz en Parsifal. Pero en 2000 se estrenaba un nuevo Anillo, y Wolfgang Wagner apostó por Sinopoli como conductor. Al no poder hacerse cargo del Festival Escénico Sacro, su sustituto fue el debutante Christoph Eschenbach, y allí empezaron los problemas. La visión de Sotin, que encadenaba un cuarto de siglo y tres producciones distintas como Gurnemanz, y la de Eschenbach se volvieron claramente incompatibles. Lo que nadie se esperaba es que Sotin, una leyenda viva del Festival, decidiera abandonar la producción la víspera del estreno, en la que es la espantada con menos antelación de su historia. Fue sustituido in extremis por otro habitual, Matthias Hölle. El resultado fue nefasto para las tres partes involucradas: Sotin no volvió a pisar el Festspielhaus; Wolfgang prescindió de Eschenbach el año siguiente; y la maldición del nuevo anillo malogró a Sinopoli, que fallecería pocos meses después, con solo 54 años.

 

Este es el boletín número 202 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 27 de noviembre de 2020. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.