El 28 de julio de 1914 estalla la Primera Guerra Mundial. El Festival de ese año no había hecho más que empezar, y Siegfried Wagner se vio obligado a suspenderlo pocos días después, el 2 de agosto. El Festival tuvo que afrontar la devolución de las entradas ya vendidas para el resto de funciones, por un montante de 350.000 marcos. Además, algunos artistas, a los que no se les solía hacer contrato, exigieron el pago de todas las funciones, aunque finalmente solo se les abonó aquellas que cantaron. Todo este gasto extra, asumido por los fondos acumulados en años anteriores, sumió en la ruina al Festival, que no podría volver a erigirse hasta 1924, una década después.
Este es el boletín número 20 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 19 de mayo de 2017. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.