Es una norma no escrita, sobre todo desde 1951, que un director musical acude al Festival durante una serie de años, más o menos consecutivos, normalmente para una única producción y después no regresa al Festspielhaus. Pero hay dos excepciones en, además, notables ejemplos de directores/compositores: Pierre Boulez y Richard Strauss. El francés regresó a Bayreuth en 2004 cuando se cumplía casi un cuarto de siglo desde que lo hiciera por última vez, en 1980. Y Strauss, por su parte, le supera ampliamente con los 39 años que transcurrieron desde su temprano debut en Bayreuth en 1894, cuando era un joven prometedor de solo 30 años, hasta su regreso en 1933, ya como leyenda. Curiosamente, los dos conductores lo hicieron para ponerse al frente de una producción de Parsifal.
Este es el boletín número 186 de la Guía del Festival de Bayreuth enviado el 7 de agosto de 2020. Si no quieres perderte ninguno, no lo dudes y suscríbete ya.