Toma mi alma como saludo matutino - Boletín #138

En 2011, el Archivo Nacional de la Fundación Richard Wagner, en Bayreuth, adquirió de una colección privada la carta que el 7 de abril de 1858, un enamoradizo Wagner escribió a su amada Mathilde Wesendonck, pero que, antes de alcanzar su destino, fue interceptada por Minna Planner, primera esposa del compositor. En aquella época, el músico se encontraba componiendo Tristán e Isolda en Zúrich, y encontró en la joven mujer de su mecenas la musa e inspiración para el drama que estaba alumbrando. Minna, prueba en mano, se encaró ante su rival, por lo que el matrimonio Wesendonck marchó unos meses de retiro a Italia. Wagner permaneció en el Asilo acabando Tristán, mientras que Minna se marchó a Brestenberg para una cura. En la misiva, Wagner dejaba pocas dudas de sus sentimientos: "¡Toma mi alma – le rogaba a Mathilde – como saludo matutino!".