El drama por encima de la voz - Boletín #101

En los meses previos a la inauguración del Nuevo Bayreuth, en 1951, Wieland Wagner estaba buscando a la Kundry ideal para el Parsifal que redimiera los años de la guerra. Para ello, realizó una audición a Martha Mödl, a punto de cumplir los cuarenta. Aunque la soprano ya había debutado en el papel en 1950 en Berlín, cantándolo poco después en La Scala, la prueba fue un completo desastre, quedándose casi sin voz. Aun así, Wieland se dejó llevar por su intuición y decidió contratarla por la enorme potencia dramática que imprimió al personaje. Mödl aprovechó la oportunidad y se convirtió en una de las Kundry de referencia en Bayreuth, donde lo cantó en nueve ediciones hasta 1960, cifra aún no superada. Su personaje pudo verse en España en 1955, con la visita del Festival al Liceu de Barcelona.